lunes, 29 de junio de 2009

Poema de la melancolía - Jose Francisco Mielgo

Quería dejaros hoy un escrito de gran belleza de un autor que tiene sus pies en la tierra y el alma en las nubes y os animo a que visitéis sus páginas de cuentos y dibujos infantiles: dibucuentos porque es realmente encantadora para todos los que tengáis peques y queráis disfrutar en familia de un momento de ilusión.
Y también para todos aquellos que simplemente queráis pasar un rato creyendo en cosas sencillas que despiertan sonrisas.
He tratado de hacer una imagen que refleje sus sueños, espero haberme acercado a ello.

Poema de la melancolía

A menudo yo también me paro a pensar y, con su tintineo, el reloj del paso del tiempo de mis sentimientos, me hace volar. Y vuelo por el pasado, por los jirones etéreos de brillantes sentimientos que vamos almacenando, como canicas de la suerte, o cromos nuevos que de niños íbamos acumulando. Sí, es el álbum de fotos que en nuestra mente todos tenemos, repleto de sueños y vivencias y vayamos donde vayamos siempre nos llevaremos.

Sueño con un mundo hermoso de libertad
Donde nuestros antepasados vivieron por la verdad.
Sueño con un camino azul entre la tierra y el cielo
Con una dorada brisa que me va envolviendo en su velo.

Quiero recordar antiguas sensaciones que formaron parte de mi pasado para así mirar al mañana con otros ojos no empañados de lágrimas melancólicas, sino del brillo refulgente de una estrella reflejada. Sí, en el barco de los recuerdos siempre se marcha el pasado, y un poco de nosotros en él; pero la estela que va dejando en ese mar de la vida siempre servirá de camino para que por él partamos, inevitablemente, en la búsqueda de nuestra fortuna.

Sueño con verdes senderos por donde descalzo camino
Y, como escudo, ese sentimiento puro bruñido del alma.
Sueño con los perfumados besos del viento del alba
Con ese deseo o sensación, una corazonada del viaje a mi destino.

Tal vez busque en mi diario, donde las páginas garabateadas de mi vida mi hado ha ido anotando, donde tal vez encuentre reflejada la coherencia existente de ese puente entre mi cuerpo afincado y mi espíritu errante; y sólo así, tal vez, ocurra que comprenda los escarceos que se van dando en la vida entre lo que ocurre y lo que realmente quisiera que ocurriera. Pero este mundo es así y los sueños también, por mucho que intentemos cambiarlo.

Sigo soñando, no obstante, cada vez que miro tus ojos
Un reflejo azulado brilla en ellos, y me pongo a imaginar.
Sueño con la verdad; sin vanidades, vicios ni triviales antojos
Observo la sutil caricia del recuerdo y me pongo a caminar.

Cada vez que miro atrás veo mis huellas bajo un polvillo gris. Su intención no es otra que querer borrar lo que una vez hice. También veo y siento, percibo y diviso, atisbo y vislumbro a todos aquellos amigos que quedaron en el pasado. Sus sonrisas, sus abrazos… me llenan hoy con la nostalgia del pasado, con su magia, con todo aquello que viví hoy me siento marcado. Por eso, cada mañana, creo que inconscientemente canto al futuro con un poema del ayer, melancólico, pero pletórico de fuerza y sencillez: que viviré en mi morada de ensueño tan fastuosa o humilde como los cimientos que fui edificando en el pasado.


J. Francisco Mielgo


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viernes, 26 de junio de 2009

Nos empeñamos...

Nos empeñamos en no hablar, mas no comprendemos que los sonidos que salen por otras bocas comparten, aunque no lo deseemos, el mismo aire que respiramos.

Nos empeñamos en no mirarnos, mas no alcanzamos a entender que los ojos que elegimos mirar tal vez llevan encerrados las imágenes de quienes no deseamos ver.

No empeñamos en decepcionar, mas no calibramos bien en la respuesta el alcance del daño que nos hacemos a nosotros mismos al decepcionarnos.

Nos empeñamos en mentirnos, y trabajamos afanosamente por construirnos castillos inaccesibles que no se puedan conquistar, mas no somos capaces de distinguir que los sueños no van por tierra, sino volando y de esa forma penetran en las ventanas de nuestros dormitorios y donde nos creemos invencibles, a salvo, nos despertamos sin saber porqué... asustados, como
llorando.

Nos empeñamos en engañarnos y vivimos engañados, nos esforzamos en alejarnos y vivimos distanciados, nos afanamos en afirmarnos y vivimos todo el tiempo de nuestra vida firmemente aposentados... pero cuando sostenemos en nuestra propia mano una mano inerte, cuando descubrimos una lágrima retenida sin vida en las cuencas de unos ojos, cuando buscamos una última palabra y nos regalan un primer silencio eterno, el único que es eternamente disculpable, entonces como en una ráfaga de realidad nos damos cuenta de que tan solo vivimos esta vida... empeñándonos.

Y en ese momento, las distancias, los malos gestos, los desprecios de cariño, los ecos de un amor que nunca despertamos se vuelven humo, huecos de vida que ya no necesitamos llenar, se vuelven palomas de paz que soltamos libres a los cielos sabiendo que volarán muy alto, que no
regresarán a nuestro lado.

Es en ese momento en el que descubrimos que hay dos formas de vivir en esta vida, una es tachando siempre con temor a las personas a las que no queremos a nuestra lado, porque no comparten nuestro sentir, porque nos asustan, adolecen de defectos que nosotros no tenemos y por tanto rechazamos y la otra es simplemente... abriendo los brazos y esperando confiados, pues si somos honestos es la propia vida quien selecciona para nosotros lo que debemos tener cerca nuestro, lo que ha de vivir a nuestro lado, lo que por nuestra generosidad y naturaleza nos ganamos.

Nos empeñamos en decir adios, en huir para vivir... y vivimos estúpidamente distanciándonos tan solo porque nos distanciamos.

Qué bello sería todo si nos diésemos cuenta que en la pupila del amigo que apreciamos puede estar quien ya no queremos ver, en el oido del que no queremos atender pueden estar las palabras de aquel que queremos escuchar y en la negativa a abrir nuestro espacio y compartir un sentimiento. puede vivir el afecto que necesitamos descubrir. Nos empeñamos...

Nos empeñamos.

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Qué necedad no comprender que todos compartimos un mismo aire, nos respiramos.

martes, 16 de junio de 2009

Enigma tonto para personas listas




- Deseo que nadie deje en el silencio ninguna pregunta tuya importante y si acaso te contestan que sea porque necesitan contarte una verdad, no para seguir mintiéndote.

- Deseo que no te rompan tu tiempo de esperanza, con egoísmos, con miedos, con dudas, con juegos de inquietud, hipocresías o distancias. Al fin y acabo, todo rompe igual.


- Deseo que te den abrazos y besos, no como si pensaran que te lograrán dominar, si no como si creyeran que te pueden perder.

- Deseo que tengas paciencia, los malos... pierden siempre la única batalla importante de la vida... la de la conciencia. Y si acaso tú fueras el malo/a... deseo que los demás tengan paciencia contigo.

- Deseo que no llores, pero si necesitas hacerlo que sea sólo por amor o por dolor, no por soberbia.


- Deseo que rías por entusiasmo y sonrías por ilusión, pero que jamás le dediques ni una sola carcajada a algo que a otra persona le duela. Eso no es de gente de corazón limpio.


- Deseo que al menos por una vez en la vida logres un imposible, pues no marcharás de esta vida sin darte cuenta de cuáles fueron tus equivocaciones.


- Deseo que ames, por encima de ti mismo/a, no existe clase de amor más verdadero ni que dure tanto que el amor que se entrega sin esperar nada a cambio.


- Deseo que dejen de disculparte, simplemente para que puedas perdonarte a ti mismo y así traspases el pasado que ya no está.


- Deseo que te regalen humildad y honestidad, porque quien alardea de tener siempre razón o de no darse cuenta del mal que hace, no sabe lo que son verdaderos regalos.


- Y si no crees que tanta cosa buena sea positivo que yo te desee para ser mejor persona y ser más feliz, quédate con esto: te deseo con todo el corazón que NO llegues al final de tu vida sin haber podido ver, aunque sea por un solo instante, en unos simples deseos, la hermosura de un matiz diferente.



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Solo un tipo de personas son capaces de entender


bien y con sencillez


lo que escribo.



¿sabeis quiénes?


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(en cinco días pondré en un comentario la respuesta a la pregunta, si alguien no lo dice antes claro, je)

Solución al enigma: Las personas que confunden algunos matices del rojo y el verde (daltónicos), esos realmente entienden lo que he querido expresar.
:-)



lunes, 8 de junio de 2009

Un paso sabio

Un hombre vivía con un gran dilema en su vida:

Un día desesperado por no terminar tomando la decisión más sabia acudió a un mago para que le aconsejara.

Tras escuchar su problema, el mago le dijo: - mira para que tomes la decisión más sabia toma esta piedra, sube a lo alto de aquella montaña que ves allí y desde la cima lanza la piedra hacia arriba, hacia el cielo y escucha atentamente mis instrucciones:

Si la piedra cae sobre el lado derecho de tu persona significará que NO estás haciendo las cosas bien, que algo te impide ver la verdadera dimensión de todo, que has de tomar tu decisión fijándote en otros aspectos que hasta ahora no has contemplado en el problema. Mira a tu derecha, y da un firme paso. En ese preciso instante acudirá a tu pensamiento la decisión más sabia.

Si la piedra cae sobre el lado izquierdo de tu persona, significará que SI estás haciendo las cosas bien, que has de seguir tu instinto y reforzarte en la postura que desde un principio te has marcado, que has de tomar tu decisión fijándote sólo en esa realidad para no confundirte con otro tipo de realidades que no van contigo. Mira a tu izquierda, y da un firme paso. En ese preciso instante acudirá a tu pensamiento la decisión más sabia.

El hombre satisfecho ante las palabras del mago se alejó de allí despidiéndose de él con enorme gratitud.

Al llegar a la cima de aquella montaña, muy serio miró aquella piedra y lanzándola con gran ímpetu hacia el cielo se dijo con confianza: ¡vamos allá! ¡tú me dirás cuál es el mejor paso!.

Pasaron muy pocos segundos cuando de repente la piedra golpeó en el centro de la cabeza del hombre provocándole un dolor insoportable que le obligó a caer al suelo. ¡Ay¡, ¡ay!, ¡ay! gritó el hombre dolorido por el impacto.

Arrodillado y llevándose las manos a la cabeza notó por la humedad de sus manos que estaba sangrando y trató de taponarse la herida con un pañuelo. Luego muy despacio y aún aturdido se levantó del suelo y tras unos minutos de recuperación se fue con gran enfado a buscar al mago.

- ¡Me has engañado! le dijo el hombre al mago con rabia en los ojos, contándole con todo detalle todo lo que había sucedido.

- ¿Hacia qué lado cayó la piedra después de golpearte en la cabeza?, dijo en mago con mucho tranquilidad.

Entonces el hombre muy desconcertado y con la voz muy baja acertó a decir: - no recuerdo, es que el dolor fue tan grande, que eso ¡no puedo recordarlo!.

El mago entonces le tomó de las manos y le dijo así: así es la vida, mientras andamos pendientes de tomar en todo momento la decisión más sabia, no nos damos cuenta de que es nuestra propia inmovibilidad la que nos provoca más daño.


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Tal vez todo se trate de eso, de dar el paso más sabio:
no quedarse parado.

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viernes, 5 de junio de 2009

Día feliz de cumpleaños



Los días en que algún amigo cumple años,
no sé qué me pasa en los ojos,
todo se llena de colores
y no logro distinguir
si estoy viendo un fractal,
un paisaje
o todo es un sueño...


He de mirármelo :-)

Mientras tanto, Felicidades Rafa, con todo mi cariño.

(Aprovecho para pedir perdón a todos aquellos a los que por alguna causa que, desde luego, no tiene disculpa, no he felicitado en sus cumpleaños este año, tarde o temprano yo me acuerdo, si no es este año es el siguiente, pero yo siempre me acuerdo ;-)

martes, 2 de junio de 2009

Los amigos de papel

En 2007 me enviaron esta imagen y verla, simplemente verla me inspiró un escrito, aqui os lo dejo.

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A menudo pienso en la suerte que nos lleva a tener a unos amigos de papel.

Son esos seres que abrazan con sus letras, empresa difícil de llevar a cabo, pues un abrazo parafraseado ha de contener mucho cariño y afecto para que llegue a convertirse en gesto cálido y tierno en los ojos. Pero ellos lo consiguen, esos amigos de papel abrazan y hacen sentir bien cuando se nota esa caricia de palabras justo en el centro del corazón.

Los amigos de papel, a pesar de ser de papel no se los lleva el viento, ni se los lleva la vida, viven por dentro, recubren de esperanza cada palabra alargada, lo mismo hacen reir con una interrogación pícara, bien puesta, como enamoran con un gesto exclamativo o desconciertan con unos puntos suspensivos, que quedan también suspendidos por un tiempo en el alma.

A los amigos de papel no se los lleva el tiempo, ni los recuerdos, no se alojan en la basura como si no valieran nada. Son amigos de papel que se acumulan, se coleccionan, se posicionan, se afianzan, se releen con quietud, se saborean con entendimiento y dulzura. Los amigos de papel, por ser especiales, se les tiene tanto afecto que se convierten en mudos testigos de una vida, de un sentimiento puro y sin palabras.

Estos amigos de papel a veces hacen llorar, a veces hacen reir, pero siempre es de emoción pensando: ¿salieron del corazón?

Los amigos de papel, son fuertes y entusiastas, viven de alientos de verdades y de los misterios de sus realidades. Tantas veces acompañan. tantos pensamientos ayudan a entender. No pretenden invadir ningún espacio del corazón, solo se muestran alegres, sencillos y perdurables. Los amigos de papel no se rasgan con mentiras, ni se emborronan con olvidos, ni se esconden con nostalgia, los amigos de papel son fieles a ese momento en que el corazón los extrae y los ojos los reclaman. Siempre están ahí, siempre ayudan a entender, incluso lo que no está escrito.

Así son los amigos de papel; son compañeros y cobran vida y por unos pequeños instantes al verlos extendidos entre las palabras hacen que se llenen los ojos de orgullo pensando: sí, son creaciones perdurables, no fantasías de olvido.

Los amigos de papel son algo así como ejércitos de seres solitarios que dan la mano y acuden a levantar el ánimo cuando nos encontramos vencidos. Hay amigos de papel que a veces ni se les reconoce y como en las grandes amistades hay una grata sorpresa al comprender que también forman parte de nuestro ser.

Hay quienes juzgan a unos sencillos amigos de papel por el valor que tienen sus emociones, por el tamaño de sus ilusiones o por la altura de sus palabras. Y los desgastan, los deslucen o los acostumbran a una rutinaria mirada. Hay quien cree que esta vida solo se cambia con palabras. Pero los amigos de papel saben que eso no es cierto, que hay imposibles que cuando se escriben con el corazón parecen, solo por un momento, alcanzables. Y luego la inercia de su destino los recubre de realidades.

Los amigos de papel son especiales, elevados, inimitables.

Y hay algo extraordinario que distingue a estos amigos de papel de otros seres letrados que llenen una mirada, es una sola cosa que no pueden hacer estos amigos de papel, una sola cosa que les obliga a esconderse siempre entre los sentimientos de las palabras silenciando sus deseos de cercanía:

¿sabéis amigos lectores cuál es?

Los amigos que son de papel a pesar de ser tan grandes, tan abundantes, tan fieles, tan fantasiosos y tan solidarios, ¡son reales!, porque son incapaces de apagar un fuego si se posan sobre él.

Lo avivan más y lo saben.

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Dedicado a todos los cuentos, silenciosos amigos de papel que nos hacen compañía.