sábado, 10 de noviembre de 2012

Los dos lados de una cuerda

A veces las personas luchamos por los sentimientos, por la gente que nos importa sin darnos cuenta en nuestro esfuerzo que tal vez estemos luchando solos, que tal vez a nadie más que a nosotros le interese luchar.

Pero aún así seguimos esforzándonos, dándolo todo, entrega, ilusión, ganas de cambiar el mundo y las injusticias que hay en él y un buen día cansados, más bien exhaustos de no haber conseguido nada, dejamos de sostener la cuerda de nuestros sueños, de nuestras motivaciones, pensando, con ingenuidad, que habrá alguien, al menos una sola persona, que tome el relevo, que nos dé el aliento suficiente para recobrar las fuerzas y seguir luchando. Pero nada hay, nada llega. Porque entretenidos en luchar, en emplear nuestras fuerzas, en desgastarlas para mantener a las personas que apreciamos a nuestro lado, no llegamos a comprender que tan solo es eso, nuestro solitario esfuerzo por algo que nadie más comparte.

Y cuando llega ese duro momento de darnos cuenta de la realidad, de un solo golpe comprendemos que el tiempo que empleamos tan solo nos sirvió para entretener nuestra mente, resistiéndonos a aceptar que esa lucha a nadie más motivaba.

A veces las personas luchamos con palabras dejando a los demás que luchen por nosotros a su forma. Y cuando ya no podemos percibir que haya nadie al otro extremo de la cuerda luchando por nosotros, cuando nada podemos ya luchar, nada nos queda más que dolernos al comprender que en esa lucha ibamos solos, tan solo apretaba nuestra mano una ilusión, que se suelta, se desvanece y se escapa, cada vez con más vergüenza, entre los dedos de la incomprensión.

Una vez leí este texto de una bloggera: "porque sólo escribimos para que nos quieran más".

Desde ese día yo escribo mucho menos y entiendo mucho más. Nadie merece la pena tanto como uno mismo, cuando al otro lado sólo tensa la cuerda... el silencio.

---------------------------------

Dedicado a Beén y a su reciente desengaño de amistad, cielo el mundo está lleno de personas grandes, no te esfuercer por las insignificantes. No sé si leerás esto, pero no importa sé que de alguna manera te llegará :-)

También dedicado a todas esas personas que creen que la cuerda sólo ha de sostenerse por un lado para que se mantenga firme o, lo más triste, que nunca podrían tensarla porque se han vuelto personas "pequeñas".


No hay comentarios: